Los embalses que abastecen el 70 % de las fuentes hídricas de la ciudad están en su nivel más bajo.
Bogotá está ante un inminente racionamiento de agua, lo han dicho la gerente de la Empresa de Acueducto, el gerente del Grupo de Energía y el alcalde Carlos Fernando Galán. Sin embargo, el panorama actual del déficit de agua en la ciudad no es de ahora y, por el contrario, se viene alertando desde el año pasado, cuando llegó con más fuerza el fenómeno de El Niño.
Las entidades ya habían advertido que las altas temperaturas y la disminución de las lluvias podrían ocasionar que los embalses de todo el país llegaran a los niveles mínimos históricos, como se está viendo en este momento.
Pero las causas no han sido solo externas, en marzo de este año se conoció que en la capital el consumo de agua se había incrementado como si a la ciudad hubieran llegado 500.000 habitantes.
Por esta razón, la gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), Natasha Avendaño, solicitó a la ciudadanía que se hiciera un uso racional del agua. Ese mismo llamado ya se había hecho en enero también.
La situación es particularmente preocupante en Bogotá, no solo porque es la ciudad más poblada del país, sino también porque, de acuerdo con los datos de la CAR, los niveles de los embalses del sistema Chingaza (conformado por los embalses de Chuza y San Rafael), que suministra el 70 por ciento del agua de la ciudad, están solo en el 16,91 por ciento de su capacidad, la más baja en 40 años. Ahora la capital se está abasteciendo con agua que llega del río Bogotá y se trata en la planta de Tibitoc.
Según pronósticos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se espera que el fenómeno de El Niño se mantenga hasta mediados de mayo o principios de junio, lo que intensificará la presión sobre los recursos hídricos en el país.
Si bien puede que se inicie la temporada de lluvias cerca de la mitad del año y que esto ayude a estabilizar un poco la situación, el nivel de los embalses no se recuperará de forma inmediata y puede que tarde un periodo más prolongado, que dependerá de las lluvias que se presenten en todo el país.
¿Qué se puede hacer?
En entrevista con EL TIEMPO, Avendaño señaló que en la ciudad sí habrá racionamiento por horas y por días, y que la capital se dividirá en cuatro zonas estratégicas para poder adelantar esta medida. Se espera que mañana se conozca cómo funcionará el esquema que busca mitigar los impactos de la crisis.
No obstante, esta medida deberá ir acompañada con una serie de acciones que están a cargo de los ciudadanos. Por ejemplo, tomar duchas más cortas, cerrar los grifos mientras se está cepillando los dientes o enjabonando las manos. Hay que reducir el riego de plantas y jardines.
Por otro lado, también se les pide a los bogotanos recolectar y reutilizar el agua que se usa para lavar los alimentos y la que se desperdicia mientras la ducha se calienta, ese líquido se puede usar para labores de aseo o para el inodoro.
A la hora de lavar el carro se recomienda hacerlo de forma manual usando un balde de agua y no con manguera. Mientras que para el uso de la lavadora se puede utilizar agua lluvia y siempre ponerla a funcionar con la carga completa, es decir, meter toda la ropa para la que tenga capacidad.
Otro de los puntos importantes que señala Avendaño es que se haga una revisión urgente de posibles fugas de agua en los hogares, pues estas pueden pasar inadvertidas y generar gastos innecesarios.
Por ejemplo, solamente por fugas en el flotador del tanque de los inodoros se gasta el 28 por ciento del agua que consume un hogar.
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